Rudolf Steiner infatigablemente señaló a los hombres los caminos hacia la liberación del miedo y, con ello, trazó los nuevos caminos hacia el porvenir.
Micael, Arcángel del sol y vencedor del dragón, es el Espíritu rector de ésta, nuestra época; y es, para ella, el egregio arquetipo de la potencia liberadora.
¿Cuál es la causa por la que San Micael figura en el calendario en las proximidades del solsticio de otoño?
¿Qué lazo une al gran Arcángel con esa época del año?
Hace ya mucho tiempo que hemos perdido el hábito de ver en las fiestas otra cosa que meras conmemoraciones piadosas, o simples descansos en el trabajo; y hemos olvidado que esas fiestas son, una después de otra, los puntos sobre los que gira el año: Pascua, San Juan, San Micael y Navidad, las cuatro grandes comuniones del hombre con el universo.
Es necesario que en el otoño, (cuando todo lo que hemos visto crecer, florecer y fructificar se seca, cae o se adormece), el valor de vivir no nos abandone ni flaquee un instante, sino que nuestra vida personal se afirme frente a lo que muere.